sábado, 28 de enero de 2012

el paso del desfiladero de la hermida

El paso del desfiladero de la Hermida

José Luis Gómez Fernández

Se vienen relatando testimonios sobre el Desfiladero verdaderamente escalofriantes unos, como el relatado por Javier Gómez Ruiz, otros, impactantes, como el de Javier Gómez Gómez, otros, sencillamente testimoniales, como el de Cristina Beltrán, Jesús Bea o Alicia Floranes; y yo no puedo quedarme al margen silenciando aquello en lo que, de algún modo, fui también testigo.
En primer lugar, permítaseme un pequeño prolegómeno que nos sitúe en el lugar de los hechos y nos los exalte más allá de la geografía y de la historia que comúnmente tocamos con la yema de los dedos.

Me ha llamado la atención, nada más apareció esta invitación, la magnífica foto aérea que, por sí sola, describe en imagen el impresionante zigzags del río horadando con su intrépido bisturí las entrañas de esas rocas calizas.
Esa imagen me lleva ineludiblemente a reflexionar sobre el tiempo como protagonista del hacer y del deshacer en la vida de las personas y de las cosas.
¿Os habéis parado un momento a pensar que hubo un tiempo en el que no existía río y que Liébana entera era un lago, un inmenso lago que sólo vertía sus aguas por La Cruz de Cabezuela por ser la zona más baja de la cadena de las cumbres?
Bueno, pues eso me lleva a imaginarme las Cuevas de Puente Viesgo, donde la entrada a cada una de ellas (son varias, El Castillo, Las Monedas, La Pasiega, no me acuerdo de todas ahora mismo) tuvo que coincidir con el río Pas a ras del suelo de la entrada.
Fijémonos en el papel que desempeña el agua sobre una roca caliza a lo lago de miles de años.
Sólo a ejemplo de añoranza PRE-histórica (que tal vez otro día podré escribir sobre ello para contribuir a la desmitificación de nuestra tierra por aquello que trajo a colación Jorge Mª Rivero por los años setenta encantando por ese tiempo a D. Desiderio con el mítico título de LIÉBANA, CUNA DE LA HUMANIDAD.
Copio, a título de relación con las Cuevas prehistóricas en toda Cantabria la posibilidad, por la similitud, de haberse localizado también aquí cuevas en estas cumbres y vertientes.

“Al borde del río Pas y a su paso por Puente Viesgo, se alza el Monte Castillo, una elevación caliza de forma cónica que esconde en su interior un intrincado laberinto de cuevas frecuentadas por el hombre durante al menos los últimos 150.000 años.”

Y ahora, brevemente, paso al relato de lo que me sucedió a mí, hace unos 35 años. Pasé en moto, como tantas otras veces, por el Desfiladero, a eso de las 11,30 de la mañana, y en el último puente más próximo a la Hermida en ruta Potes-Panes, percibí en la margen derecha de la calzada unos restos de accidente de automóvil, sin parar a comprobar lo que hubiera podido suceder. Pero ya en Santander, me aclararon que una hora y media antes de pasar yo, se habían desprendido dos enormes rocas, de toneladas, (que pueden apreciarse hoy lógicamente en el río) y habían aplastado literalmente a dos coches con dos familias completas, con padres e hijos, muriendo todos en el acto, menos un niño de unos siete años, de cuyo estado se hizo cargo una familia designada por un juez. A lo largo de los años me interesé por su estado de salud psíquica, al pensar en lo difícil para un niño vivir y evolucionar sin traumas en esas condiciones en plena adolescencia y juventud. Me dijeron: el niño, con ya veinte años, ha muerto. Y aquí, os puedo decir que me desplomé en sollozos y no pude articular palabra alguna. Y de esto no quiero hablar más. Nunca lo conocí, pero es igual, él vive de alguna manera en mi pensamiento.
Finalmente, relato lo que me pasó este último verano dirigiéndome por el mismo Desfiladero hacia Unquera: en una curva cerrada, a la altura de la caseta del pescador, (que así debe llamarse), limítrofe con el camino que baja de Cicera, (yo creo), estaba una Sra. en la margen izq. avisando a cuantos nos dirigíamos hacia abajo para precavernos de unas cuantas piedras que no podíamos visualizar detrás de la curva, y que de no habernos avisado, bien seguro que mi coche (pues yo iba el primero) hubiera quedado totalmente destrozado, parachoques y neumáticos.
¿Qué más se puede decir?

SOBRE EL SOCIALISMO Y EL COMUNISMO

MÁS SOBRE EL SOCIALISMO Y EL COMUNISMO

José Luis Gómez Fernández

El marxismo, como el socialismo, se circunscribe en una concepción materialista de la historia, y su filosofía, en una cosmovisión del mundo, muy determinada por el romanticismo hegeliano, (Hegel), y la economía británica (Engels- Manchester).
(Siento no poder detenerme en una somera explicación de qué queremos decir con “concepción materialista de la historia”, y qué queremos decir con “filosofía y cosmovisión del mundo”, y con “Hegel” o con Engels. Tal vez, en otra ocasión, y si se me solicita como en otras ocasiones por correo electrónico: jlgdez15@yahoo.es )
Estos dos aspectos, arriba señalados, caracterizan todo el desarrollo del marxismo y su modo de interpretar la vida y el mundo económico.
Marx, judío practicante y convertido posteriormente al protestantismo, conoce desde su juventud las desigualdades e injusticias en el trabajo entre los leñadores alemanes, y, más tarde, cuando tiene que trasladarse a Manchester con Engels, las conoce entre los trabajadores de las fábricas.
Era un hombre de temperamento apasionado y compasivo. Marx vive inmerso en un Comunismo imaginario primitivo en donde no quepa pensar en desigualdades ni en injusticias, que creía originadas en la propiedad privada y la ausencia de una distribución comunal de la tierra. Podría decirse que su compasión era comunitaria. Es decir, se compadece no sólo de sí mismo sino de los que ve a su alrededor, (la comunidad del mundo trabajador, del mundo obrero). Podría uno pensar que no fue Marx quien hizo al comunitarismo (comunismo), sino el comunismo quien hizo a Marx. Y este sería el motivo embrionario de una construcción doctrinal de la historia del hombre y su filosofía. Probablemente esto le lleva a acometer un estudio que diera cuenta de la estructuración de la sociedad y su historia desde su inicio, y cuyas piezas instrumentales encajaran aquel puzzle que rondaba en su cabeza: luchar contra la injusticia y la desigualdad desde la primera apropiación de la tierra con los primeros asentamientos del primitivo hombre sedentario.
En el “Origen de la familia, la propiedad privada y del Estado”, Engels (Marx) intenta explicar el origen de la división social en clases, y también el origen del propio Estado como responsable de mantenerlas, dando lugar al florecimiento de los propietarios y los expropiados, de los explotadores y de los explotados.
Los hombres nacen iguales y libres por naturaleza, (nacen desnudos y se invisten como humanos, fraternales y solidarios, hasta que un día se embisten como bestias unos con otros en luchas interminables).
La historia del hombre no ha sido más que una historia de lucha y de guerra.
Marx estaba teniendo presente la Guerra de los treinta Años, por cuestiones religiosas, y la Guerra de los cien Años, por la posesión territorial de Gran Bretaña en tierras francesas. (la Bretaña del Norte queda como resto feudal de aquella época)
Las teorías que han surgido a partir de esta construcción son interminables, pero lo que es incuestionable, dice Marx, es que la historia no sólo ha de ser interpretada sino que ha de ser cambiada.
La historia nos debe una explicación. Es imprescindible una filosofía de la historia para comprender y ajustar los fundamentos que la han ido procesando en sus episodios trágicos, de divisiones, opresiones, luchas y enajenaciones.
Y aquí, asegura Marx, es donde se halla imbricada la economía, porque la filosofía de la historia es filosofía económica.
Desde los estadios prehistóricos, siguiendo a los antropólogos (Morgan), con el salvajismo, la barbarie y la civilización, el hombre ha ido imponiendo su dominio sobre la producción de alimentos y su distribución, siendo así que, en el proceso de su desarrollo y la complejidad social, ha necesitado justificar y proteger la propiedad dando origen al Estado.
En su escrito “Contribución a la crítica de la economía política”, Marx habla de cuatro etapas progresivas en las que va teniendo lugar la cristalización de la historia en cristalización económica. A saber: 1) época asiática, 2) época greco-romana, 3) época medieval y 4) época de transición feudal-industrial- burguesía.
Como es conocido de todos el desarrollo que persigue Marx y su inmensa influencia en el socialismo como plasmación práctica, (y yo aquí no puedo extenderme en este trabajo más de lo debido), sí que quiero consignar el centro neurálgico en el que me parece radicar uno de los errores de la economía marxista. Es la teoría del valor. Parece querer decirnos en todos sus textos, si yo no estoy equivocado, que todo aquello a lo que se le asigna un valor, lo es exclusivamente (esencia del valor) por el tiempo empleado en su producción.
¿Y si se le diera la vuelta del revés a este aserto? A cero tiempo, cero valor. ¿Qué podría decirse, entonces, de la producción intelectual? ¿Por las horas de trabajo? ¿Por el rendimiento de su producto? ¿Por el objetivo de una investigación? (Dejo aquí esto para la polémica).
EL MARQUÉS DE SANTILLANA, DUQUE DEL INFANTADO

José Luis Gómez Fernández

El escrito de More sobre la radiografía del Infantado de Potes me ha sugerido varias preguntas.
Su enlace es éste: http://www.facebook.com/notes/lieban%C3%ADzate/moreno-alles-c-m-radi

ograf%C3%ADa-de-la-casa-del-infantado-siglos-xiv-al-xviii/214494941915315

More con su excelente trabajo se propone hacer microhistoria lebaniega, como él mismo dice. Sin embargo, toca cuestiones de más amplia envergadura que han afectado a Liébana desde la baja Edad Media, siglos XII-XIII, hasta, yo diría, la desamortización de Mendizábal y Madoz en la década de los años treinta y cincuenta del siglo XIX, ya que habría que enumerar como feudos con sus vasallos, atribuciones y privilegios a los dos principales monasterios de Liébana, Santo Toribio y Piasca, (enfeudado éste último con Sahagún y Oña), cuyos Cartularios testifican registros de cientos de fincas y predios dispersados en los cuatro valles, además de docenas de minúsculos monasterios sujetos a sus normas canónicas, litúrgicas y jurídicas, con una población de habitantes estimada a lo largo y ancho de sus 75 pueblos y barrios limítrofes en unas 16.000 personas.
(Como anécdota más cercana a nosotros, antes de que se me olvide, y mediante el recuerdo de D. Desiderio, citemos el Monasterio de Ntra. Sra. de los Caballeros, en las estribaciones del monte de Frama, frente a la Ermita de la Virgen de la Luz, en las montañas de Peñasagra, al igual que Sta. Cristina, en Torices y otros muchos lugares rescatados del olvido por él).

Las preguntas sugeridas son las siguientes:


1- More hace historia y yo me propongo hacer, más bien, filosofía de la historia, y, en este caso, filosofía de la historia lebaniega de los Condados o también Hacendados.
2- A More le llama especialmente la atención las enormes distancias y difíciles caminos para gobernar con éxito estos territorios desde Guadalajara, donde se suponía que pernoctaba el Duque domicilio habitual.
3- Tuvo alguna relación la Torre del Infantado de Potes con la otras de la misma época en Peñarrubia (Piñeres y Obeso)?
4- Polaciones, ¿feudo también? Las casas e iglesias construidas a expensas de indianos


Cita del trabajo de More:
De este modo el I Marqués de Santillana (1398-1458) contaba con el llamado mayorazgo de la Vega y Cisneros, formado por el Marquesado de Santillana y la Provincia de Liébana. Ésta última a su vez comprendía la villa de Potes, 38 concejos y 12 lugares[31].
El Marqués abraza la causa de Isabel I y en agradecimiento los Reyes Católicos le conceden el título de Duque del Infantado, para sí y sus sucesores el 22 de Julio de 1475. En este contexto hace de la villa de Potes la capital de la Provincia de Liébana, erigiendo una gran torre que sería conocida como la Torre del Infantado, nombre oficial que conserva en la aEn cuanto a la población de la Provincia de Liébana para 1591 era de 2.172 vecinos[34], dentro de un ciclo demográfico antiguo. Sobre el conjunto de núcleos destaca la villa de Potes, que se convierte enseguida en el centro que articula los intercambios comerciales, concentrando además gran parte de las rentas y el consumo. También se organiza desde la villa la recaudación de los impuestos, entre los que destaca la alcabala, que en el caso de la Provincia de Liébana fue una renta enajenada de la Corona, en beneficio privativo del Duque.

Para esquematizar esto con un mínimo orden, hoy sólo me voy a limitar a reflexionar un poco en torno a la Filosofía de esa historia, y, luego, si no resulta largo, a las comunicaciones tortuosas de Liébana.

FILOSOFÍA DE LA HISTORIA

Empiezo por invertir los términos, y si en el escrito anterior habíamos titulado el INFANTADO Y EL MARQUÉS DE SANTILLANA, como queriendo resaltar el Torreón del Infantado y el Señor feudal que lo representaba, con sus inmensos privilegios, ahora invertimos el papel y exaltamos al personaje, pero en mi caso (no en el de More con su trabajo excelente, pues él habla de microhistoria) procuro que el árbol no me impida ver el bosque y desbordo el emplazamiento del feudo lebaniego ampliando el legado histórico que nuestra tierra puedo mantener con otros feudos en el ámbito europeo.
Y aquí es donde surgen las preguntas más atrevidas, a saber: por qué aquí, en Potes (Pontes) surge un Marqués, duque del Infantado, y qué relación cabe asignarle con otros muchos en Europa, incluyendo los minúsculos reinos de los que se componía, puesto que todavía no habían surgido las Naciones, ni Inglaterra, ni Francia, ni Italia, ni Alemania, ni España.
Hacerse preguntas del por qué y del para qué y establecer las relaciones entre los hechos rebasando fronteras, y aunque, sin admitir el azar o la casualidad, buscar la causalidad como embrión o indicio de ley de física social o histórica, eso se llama filosofía de la historia, y es justo lo que yo me propongo.
Tengamos en cuenta que en historia las cosas no surgen por casualidad, unas están engranadas con otras, ocurre como con las cerezas, tiras de una y te salen catorce.
En este mismo tiempo que intentamos glosar se está dirimiendo en Europa la Guerra de los Cien Años (guerra que en realidad duró ciento dieciséis años, 1337-1453), entre Francia e Inglaterra.
La Monarquía de Gales e Inglaterra regenta vastos territorios de Francia. Concretamente desde Poitou, por el norte, hasta Languedoc, por el sur.
Señoríos de Nobles franceses de sangre real ocupaban una buena franja de tierra francesa desde Normandía a Auvernia. Otra franja del Franco Condado y Borgoña, Luxemburgo, Artois, Picardía, Flandes, Holanda y Brabante pertenecían al Condado de Borgoña. Francia, la Francia propiamente dicha, contaba con límites reducidos al norte con Champaña-Reims, (donde he estado un mes, hace poco) Normandía y Bretaña y al sur Languedoc, Narbona, Aviñón, Provenza y el Delfinado.
Bueno, pues por culpa de esta guerra, y en medio de disputas dinásticas entre Pedro el Cruel y los Trastámara, (bastardos), apoyados uno por Inglaterra y los otros por Francia, aquí en España se abandona la lucha contra el musulmán y caemos en una nueva invasión de los benimerines que se introducen desde África.
Mira, si había relaciones entre unos hechos y otros, de lo que pasaba allí y de lo que estaba pasando aquí.












LAS DISTANCIAS Y LOS CAMINOS
1) A More le llama la atención la distancia de Liébana con Guadalajara, desde donde el Duque dirigía su amplio Condado, aunque mediaran sus consejeros y corregidores a través de los Juicios de Residencia, (institución jurídica de control de tierras y sus funcionarios) siendo así que los caminos y calzadas romanas habían ido desapareciendo devoradas por la maleza del monte bajo y las raíces de los matorrales y hayedos.

A este respecto, conviene señalar que hasta el siglo diecinueve no se abre la carretera de la Hermida, ni la de Piedras Luengas o S. Glorio. Las vías de acceso al mar eran toscos caminos empedrados que, bordeando el desfiladero desde Castro-Cillorigo por la orilla derecha por rutas tal vez de las calzadas romanas, pasando por Lebeña, asomaban el morro en Puentellés.
Las minas de Ándara, desde los lavaderos, ubicados en la hondonada de las praderías de Tresviso, se transportaban río abajo (Urdón) en lanchas de madera hasta el Deva –Unquera.
El acceso a Castilla era no menos tortuoso. Por Piedras Luengas, no cabía más salida que un camino por el pueblo de Cueva, Ayto. de Pesaguero, hecho a pico y azada entre humedales hayedos, despejando la salida al mismo emplazamiento del puerto.
Y el paso hacia León-Castilla, por S. Glorio, siempre se conoció por las veredas y tenadas de Vejo, aunque algunos sostienen que también por Río Frío-Pineda- Urbaneja-Pernía (no se olvide que Urbaneja es un cruce de caminos de tres direcciones: Amaya, Palencia y Liébana).
Esto en cuanto a los accesos o comunicación de Liébana con el mar y con las tierras de Castilla.
¿Nos hemos olvidado del canal de Castilla que conducía el trigo y el vino hasta el mar?
Podíamos preguntarnos hoy, sin ofensa alguna a partidos regionalistas, si se hizo bien en segregarnos de Castilla cuando en ella y con ella hubiéramos sido cabeza de una vasta región que formó imperio frente a las hordas musulmanas.
Si la respuesta fuese afirmativa, de unión de Castilla con nosotros, (no de nosotros con Castilla), entonces habría que modernizar nuestras comunicaciones y reivindicar como propiedad inalienable nuestras montañas, nuestros Picos, nuestros Teleféricos, nuestros dineros, y hasta un sistema de acceso que circunvalara los valles con un túnel que horadara su salida a Castilla.
2) La población de Liébana en la E. media

POLACIONES Y EL BANCO HISPANOAMERICANO

Lo que no sé, porque no existen documentos, es si Polaciones contaba dentro de estas Merindades, aunque consta que se transfirieron, en la segunda mitad del s. XIX con la fundación del primer Banco Hispanoamericano, cantidades ingentes de dinero procedente de América con las que se erigieron casas e iglesias que ennoblecieron todo el Valle del Nansa. Tudanca (la casa de D. José Mª Cossío, hoy de cultura, cedida voluntariamente por él, fue construida por un perulero que había hecho fortuna en Perú), y en la Iglesia de Samamés cuelga una placa de un donante americano, un indiano, a expensas del cual corrieron todos los gastos en su edificación. Destaca aquí el apellido Fuenteantigua, con inmensas propiedades en Castilla y hasta manzanas enteras en Madrid. ¿Quién no se hace una pregunta sobre el origen de tal dominio? Aquí, José María Agüeros podría echarnos una mano.
En Liébana no existió más de una docena de casas, llamadas pudientes, costeadas con dinero traspasado de América a través del Banco Hispanoamericano, y que probablemente fueron los que engrosaron su patrimonio territorial con la adquisición de fincas y predios procedentes de los monasterios que en pública subasta procedían de la desamortización de Mendizábal, primero, y de Madoz, después, añadiéndose vastos territorios de pastos, puertos y mancomunidades. Se da el caso de un propietario, avecindado en un valle con propiedades en otro sin ser por concierto matrimonial.
EL INFANTADO DE POTES Y EL MARQUÉS DE SANTILLANA

José Luis Gómez Fernández

He escogido este título con motivo de la polémica que venimos manteniendo estos días a propósito del escrito de Javier Gómez sobre la reivindicación de los títulos lebaniegos, con Alfonso I, y también a propósito del enlace que nos brinda Velasco sobre un escrito de José María Agüeros aparecido en el 2008 en Cantabrialiberal describiendo Liébana como la Arcadia feliz. http://www.cantabrialiberal.com/noticia.php?id=33781&noticia=Dec%E1logo+del+buen+progre+o+de+c%F3mo+ser+listo+sin+tener+ni+idea

El propósito de esta pequeña reseña no es otro que rememorar un poco la historia de nuestra tierra con el Torreón del Infantado como huella arquitectónica del s. XV y con un personaje noble, político y literato, el Marqués de Santillana.
Pero mi intención es rebasar esta efemérides, traspasando fronteras, y visionar un panorama más amplio, con amplitud europea, lo que estaba sucediendo a nuestro alrededor en estos tiempos históricos en los que Liébana contaba ya con personajes de solvencia renacentista, no ya tanto en el campo estratégico como en el político, cultural, literario y religioso.
No olvidemos que se acaba de cerrar, con los Reyes Católicos, el largo período de la Reconquista frente a la invasión musulmana, (período de ocho siglos que, como diría Ortega y Gasset, ha sido demasiado larga para llamarse Reconquista).
No olvidemos el primer núcleo de hombres valientes que surge en las montañas de Covadonga en el s. VIII dispuesto no ya a resistir contra una invasión enemiga sino a expansionar su dominio conquistador y de imperio hasta reducir a cero la influencia musulmana, después de la traición visigoda.
No olvidemos tampoco que se está saliendo de la Edad Media y se alumbra el Renacimiento, en Italia, primero, con Bocaccio, Dante y Petrarca; en toda Europa, después, con la crisis de la Escolástica, (Occam), el problema de los “universales” y el renacimiento lírico y literario con la semblanza de la naturaleza y el predominio de las libertades individuales.
El hombre individualmente considerado empieza a cobrar fuerza como entidad moral y política, no menos que filosófica con capacidad individual de voluntad y racionalidad.
Y se puede afirmar, sin desbordar demasiado este tema que, con este tiempo, el Renacimiento, y estas gentes, empieza la Modernidad propiamente dicha. Pero me reservo para otra ocasión desplegar más ampliamente este asunto tan apasionante y en el que nuestra tierra lebaniega tiene algo que decir.

Por consiguiente, para dar cuenta del título por el que me he decantado, a saber, el INFANTADO DE POTES Y EL MARQUÉS DE SANTILLANA, me he valido de textos de Miguel Artola y un puntual índice de blasones (escudos) que me han parecido pertinentes para este propósito.

Para empezar, la Torre del Infantado y la Torre de Orejón de la Lama estuvieron en litigio con pleitos interminables entre sus propietarios.
El escudo heráldico del primero representa un puente de oro sobre ondas de plata que simbolizan a los ríos Deva y Quiviesa, como si se quisiera simbolizar la estrategia de la Villa, al converger en ella los dos valles que la conforman.

Nota tomada de los textos:
La torre del infantado es una construcción realizada en el siglo XV que perteneció a Orejón de la Lama para después ser propiedad de don Tello, hermano del rey Enrique II y finalmente pasar a poder de don Diego Hurtado de Mendoza y Figueroa (1415-1479), marqués de Santillana y primer duque del Infantado, de donde recibe su nombre nuestro edificio. El titulo de duque del Infantado sería concedido por los Reyes Católicos en 1475.
Recojo una nota (que yo ignoraba) referente al apellido Mendoza, que parece provenir del vascuence “Medi-oz”=monte frío.
Los primeros datos escritos de Potes datan de marzo del 847, (strata publica qui discurrit ad Pautes ....) aunque su florecimiento se acentuará en el siglo X, convirtiendo a Potes en el centro administrativo y social de toda la comarca de la Liébana.
El origen de la población es romano, que la denominaron Pontes, pero será a partir del siglo VIII reinando Alfonso I (739-757) cuando se crea el núcleo de población.Durante los siglos XIII y XIV, Potes se convierte en villa, con las concesiones reales que esto representa. El siglo XV se caracteriza por las luchas de poder entre distintas familias de la nobleza, a las que pone fin el rey Juan II (1406-1454), cediendo el territorio, por decreto, al Marqués de Santillana.



La sede del AyuntamTORRE DEL INFANTADO

En cuanto al Marqués de Santillana, anotamos de los textos de Miguel Artola, Alianza Editorial, Madrid, 1991, la siguiente semblanza:
Hijo del almirante Diego Hurtado de Mendoza y de Leonor de la Vega. Gran poeta y literato, humanista, y uno de los más grandes personajes de la corte de Juan II. Fue el primer marqués de Santillana y conde de Manzanares el Real. Nació en 1398 en Carrión de los Condes (Palencia). Casado con Catalina de Figueroa (1412), hija del maestre de Santiago, Lorenzo Suárez de Figueroa, pudo aumentar su formidable patrimonio, hasta el punto de convertirse en uno de los grandes de España más poderosos e influyentes del siglo XV castellano.
EL MARQUÉS DE SANTILLANA
(1388 – 1458)


Como los grandes caballeros de su tiempo, tomó parte en la política de aquella época, unas veces al lado del rey Juan II de Castilla y otras contra él. Fue partícipe en varias batallas y, por su esfuerzo en la contienda de Olmedo, obtuvo los títulos de Marqués de Santillana y conde de Manzanares, merecidos títulos concedidos por el rey. Más tarde se retiró a su palacio, ubicado en Guadalajara, en donde falleció en 1458.
Era el Marqués de Santillana, además de buen político y guerrero, muy culto. Poseía una de las mejores bibliotecas de su tiempo. Se le puede considerar como el primer poeta del siglo XV. Gran vate, muy conocido sobre todo por sus encantadoras serranillas.

EL SOCIALISMO EXISTENTE



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· EL SOCIALISMO EXISTENTE


José Luis Gómez Fernández




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· La historia del socialismo, originada en el marxismo, ha sido siempre su compañero de ruta : bajo la consigna de la "solidaridad" y el "todos iguales", (aunque unos más que otros), so pretexto de cambiar el mundo y dejar de teorizar sobre él, como decía Marx en su teoría filosófica del materialismo histórico, lo que en realidad profesa es la propaganda solidaria contra todos los demás, (algo así como la solidaridad de los 40 ladrones confabulados contra...)Aquí, en España, en los albores de los 80, al subir al poder (Felipe Glez.), los socialistas se apoderaron realmente de todas las instituciones, incluida la Universidad, alrededor de la cual merodeaban desde hacía tiempo en sus pasillos miles de Penenes, (advirtamos al público no avezado en estas lides, que PNN significaba Profesor No Numerario), que anhelaban ser catedráticos como fuera y por la vía rápida, máxime si ideológicamente se conciliaba el examinando con el Tribunal examinador, como de hecho así ha venido sucediendo sin solución de continuidad en un crescendo con las autonomías, donde todo el mundo se conoce y se recomienda, como favor a cuenta.Esta fue la razón por la que llovieron Decretos que jubilaban a Profesores universitarios a los 65 años, (en el mejor momento de su preparación científica y pedagógica).
· A continuación, con 40.000 plazas vacantes disponibles, entran en tropel a la Universidad otros tantos profesores, mal preparados, y sin la experiencia y el bagaje intelectual que se requería.
· De aquellos polvos, estos lodos. Hoy la Universidad está plagada de ideólogos. De los alumnos, mal vocacionados, por aquello de que, mediante la Selectividad facilona, "todos a la Universidad", abandonándose la Formación profesional, que es lo que hubiera contribuido a levantar el país, de los alumnos, digo, hay que decir lo mismo (similia similibus).Hoy al "socialismo", tanto en España como en Europa, se le da por fenecido. Voces autorizadas ya hablan de "reconstrucción".Como fenecida y caótica ha sido su historia, aquella que pronosticaban en el siglo diecinueve de honradez y de duración de cien años, con Pablo Iglesias a la cabeza.En España ha dejado su huella, (desde la subida al poder en los años ochenta con Felipe González), dejando pelos en la gatera allí por donde ha pasado.La etapa de Felipe !qué vergüenza!, la corrupción, con Filesas, empresas fantasma para financiar al partido, el crimen de Estado, el robo a manos llenas de los fondos reservados, Roldán, la condena firme de ministros, como Barrionuevo o Vera, con 28 asesinatos del GAL, secuestro de un francés, inocente, como Marey (que pasaba por allí) en una tenada de ganado en Colindres, cercanías de Santoña, Cantabria; el caso Lasa y Zabala, dos vascos quemados y enterrados en cal viva en la costa de Levante (para alejar sospechas), y un largo ecétera, que lejos de haber servido de escarmiento, los estertores del zapaterismo socialista, con su "proceso de paz" y ETA en las instituciones, lo han llenado de gangrena y exterminio, no sólo económico sino social, (con dos Españas enfrentadas) y cultural, ( con una "educación para la ciudadanía", que vergüenza da leer sus consignas), y jurídico (con la politización de la justicia, pues hemos dejado de ser iguales ante la Ley), y político, porque la política ha llegado a ser la fea de la familia.
· Qué extraño es que, en una Universidad (que se creó, para gloria y disfrute de Peces Barba y otros peces, que, a río revuelto, se transformaron de pececillos-penenes en tiburones depredadores), qué extraño es, digo, que el cultivo de sus alumnos no haya dado más de sí que para alimentarse ideológicamente de la demagogia sembrada por sus guías-gurú, con creacción de programas para adiestrar en la sofística y la retórica más abstrusa (al estlo de Habbermas, el gurú imprescindible), que conduce inexorablemente al riego de la planta del odio y enfrentamiento.Es que no saben más? ¿Dónde están sus libros?, ¿dónde, sus obras?, ¿dónde, sus fundamentos filosóficos?Tal vez, ¿son esos los fundamentos, que luego se han visto cristalizados en la "educación para la ciudadanía"?.¿No suena esto a la inculcación de un catecismo ideológico rayano en la anarco-libertaria moral de la adolescencia, como si de un tatuaje impregnado en la epidermis se tratara?La llamada "Transición" del 77, elogiada por muchos, no ha sido reconocida por el entorno de Zapatero. De ahí, la obsesión con el Valle de los Caidos. Parece como si vivieran retrospectivamente y trataran de recobrar aquellas amargas fechas del Frente Popular, raíz y origen del enfrentamiento de la Guerra civil del 36.
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EL SOCIALISMO EXISTENTE

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· EL SOCIALISMO EXISTENTE


José Luis Gómez Fernández




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· La historia del socialismo, originada en el marxismo, ha sido siempre su compañero de ruta : bajo la consigna de la "solidaridad" y el "todos iguales", (aunque unos más que otros), so pretexto de cambiar el mundo y dejar de teorizar sobre él, como decía Marx en su teoría filosófica del materialismo histórico, lo que en realidad profesa es la propaganda solidaria contra todos los demás, (algo así como la solidaridad de los 40 ladrones confabulados contra...)Aquí, en España, en los albores de los 80, al subir al poder (Felipe Glez.), los socialistas se apoderaron realmente de todas las instituciones, incluida la Universidad, alrededor de la cual merodeaban desde hacía tiempo en sus pasillos miles de Penenes, (advirtamos al público no avezado en estas lides, que PNN significaba Profesor No Numerario), que anhelaban ser catedráticos como fuera y por la vía rápida, máxime si ideológicamente se conciliaba el examinando con el Tribunal examinador, como de hecho así ha venido sucediendo sin solución de continuidad en un crescendo con las autonomías, donde todo el mundo se conoce y se recomienda, como favor a cuenta.Esta fue la razón por la que llovieron Decretos que jubilaban a Profesores universitarios a los 65 años, (en el mejor momento de su preparación científica y pedagógica).
· A continuación, con 40.000 plazas vacantes disponibles, entran en tropel a la Universidad otros tantos profesores, mal preparados, y sin la experiencia y el bagaje intelectual que se requería.
· De aquellos polvos, estos lodos. Hoy la Universidad está plagada de ideólogos. De los alumnos, mal vocacionados, por aquello de que, mediante la Selectividad facilona, "todos a la Universidad", abandonándose la Formación profesional, que es lo que hubiera contribuido a levantar el país, de los alumnos, digo, hay que decir lo mismo (similia similibus).Hoy al "socialismo", tanto en España como en Europa, se le da por fenecido. Voces autorizadas ya hablan de "reconstrucción".Como fenecida y caótica ha sido su historia, aquella que pronosticaban en el siglo diecinueve de honradez y de duración de cien años, con Pablo Iglesias a la cabeza.En España ha dejado su huella, (desde la subida al poder en los años ochenta con Felipe González), dejando pelos en la gatera allí por donde ha pasado.La etapa de Felipe !qué vergüenza!, la corrupción, con Filesas, empresas fantasma para financiar al partido, el crimen de Estado, el robo a manos llenas de los fondos reservados, Roldán, la condena firme de ministros, como Barrionuevo o Vera, con 28 asesinatos del GAL, secuestro de un francés, inocente, como Marey (que pasaba por allí) en una tenada de ganado en Colindres, cercanías de Santoña, Cantabria; el caso Lasa y Zabala, dos vascos quemados y enterrados en cal viva en la costa de Levante (para alejar sospechas), y un largo ecétera, que lejos de haber servido de escarmiento, los estertores del zapaterismo socialista, con su "proceso de paz" y ETA en las instituciones, lo han llenado de gangrena y exterminio, no sólo económico sino social, (con dos Españas enfrentadas) y cultural, ( con una "educación para la ciudadanía", que vergüenza da leer sus consignas), y jurídico (con la politización de la justicia, pues hemos dejado de ser iguales ante la Ley), y político, porque la política ha llegado a ser la fea de la familia.
· Qué extraño es que, en una Universidad (que se creó, para gloria y disfrute de Peces Barba y otros peces, que, a río revuelto, se transformaron de pececillos-penenes en tiburones depredadores), qué extraño es, digo, que el cultivo de sus alumnos no haya dado más de sí que para alimentarse ideológicamente de la demagogia sembrada por sus guías-gurú, con creacción de programas para adiestrar en la sofística y la retórica más abstrusa (al estlo de Habbermas, el gurú imprescindible), que conduce inexorablemente al riego de la planta del odio y enfrentamiento.Es que no saben más? ¿Dónde están sus libros?, ¿dónde, sus obras?, ¿dónde, sus fundamentos filosóficos?Tal vez, ¿son esos los fundamentos, que luego se han visto cristalizados en la "educación para la ciudadanía"?.¿No suena esto a la inculcación de un catecismo ideológico rayano en la anarco-libertaria moral de la adolescencia, como si de un tatuaje impregnado en la epidermis se tratara?La llamada "Transición" del 77, elogiada por muchos, no ha sido reconocida por el entorno de Zapatero. De ahí, la obsesión con el Valle de los Caidos. Parece como si vivieran retrospectivamente y trataran de recobrar aquellas amargas fechas del Frente Popular, raíz y origen del enfrentamiento de la Guerra civil del 36.
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LA TRAVESÍA DE D.DESIDERIO EN 82 AÑOS

1. LA TRAVESÍA DE D. DESIDERIO EN 82 AÑOS



2. LOS ÚLTIMOS DÍAS DE D. DESIDERIO
3. (yo fui testigo)


4. La muerte de Derio, (como yo le llamaba), me conmovió. Ello sucedió a las cuatro y media de la mañana del jueves, 9 de agosto de 2007, después de tres días de postración (en cama) irreversible.

5. Yo estuve con él los últimos días de actividad en el Valle de Pesaguero. De hecho, sustituí al taxista, lo recogí en mi coche y nos dirigimos a la iglesia de Barreda a las dos menos cuarto de la tarde como último lugar de la jornada dominical.
6. El estaba abatido. Aunque venía arrastrando, desde meses atrás, un malestar que acusaba de modo evidente en sus desplazamientos, ese día, sin embargo, el cansancio se acentuó plomizamente, y su cara desencajada me preocupó. No obstante, ninguno de los dos osó rasgar aquel silencio cómplice con el más mínimo comentario al respecto.
7. Nadie se acercó ese día al pórtico de la iglesia, donde suele concentrarse la gente que espera la llave que abra la cancela. Los motivos de ese desencuentro, ese día, los ignoro.
8. Entramos en la Iglesia, nos sentamos cómodamente en uno de los bancos de madera recién estrenados en sintonía armoniosa con el conjunto arquitectónico, y, de repente, advertimos como una losa la soledad inmensa que se cernía sobre nosotros.
9. Rompiendo aquel espeso silencio, le comenté cómo aquel recinto claustral, después de su última reforma hecha por él, guardaba unas proporciones inimaginables con el conjunto del edificio y el lugar donde se anclaban sus cimientos. Desnuda la piedra, como a él gustaba, realmente te sentías transportado al otro lado de la alta Edad Media, como si de un claustro-románico- monacal se tratara.

10. A continuación bajamos hasta Pesaguero y comimos en el Hoyal, regresando a la Residencia de Potes, y, casi ya sin demora, se retiró a su habitación-guardilla a descansar, no sin yo haberle advertido que me tenía a su disposición la semana entrante.
11. De hecho esa semana transcurrió para él en visitas al médico en Torrelavega acompañado de sus familiares (y un sobrino médico).
12. Desde entonces no levantó cabeza; y ya, de hecho, no le volví a ver hasta unas horas antes de su muerte en la casa de la Vega.
13. Tuve la esperanza, cuando me acerqué a aquella habitación, de que todavía podría articular alguna palabra, pero su aspecto completamente extenuado y sedado impedían cualquier intento de comunicación. Bien que lo sentí. A los dos nos hubiera gustado sellar una breve despedida. A continuación, quien se derrumbó fui yo sumido en un incontenible sollozo.
14. A veces, así son las despedidas de tus mejores amigos. No están ya disponibles. Adiós, para siempre. Un hueco de lo eterno ha sido ocupado por él. El resto, sí que ya, es silencio.


15. SU PERSONALIDAD

16. Era un hombre afable, de una gran humildad, dispuesto en todo momento a escucharte y ponerse en tu lugar, es decir, comprenderte, como si con ello quisiera dar pruebas de que su misma conducta antropológica no se distanciaba mucho de la de cualquier otro. Lo que en Psicología social ha venido en llamarse empatía.
17. El era consciente de lo innecesario de grandes estudios para poseer la ciencia y la conciencia de que todos estamos tejidos de las mismas mimbres y acarreamos el mismo canasto con los enseres más diversos entremezclados en él.
18. Nada ni nadie pudo alterar su corazón como contravenido y extraño, salvo excepciones puntuales donde el genio y la figura no dejaban de apuntalar su personalidad. Pero jamás, y de ello puedo dar testimonio, guardó rencor a nadie ni habló mal de nadie. Aunque motivos los hubiere por doquier.
19. Su vida transcurrió sin grandes alteraciones ni sobresaltos, pero si alguno le sobrevino lo supo encajar oportunamente.
20. Conocía entrañablemente al lebaniego. Sabía de sus virtudes y sus debilidades, y en consecuencia así los trataba.
21. Sin embargo, también emergía del fondo endotímico de su carácter un genio que hacía ponerse a buen recaudo a su interlocutor. ¿Qué pasaba entonces por el interior de su personalidad? Ni siquiera él hubiera podido responder. Pero lo cierto es que de un equilibrio psicológico estable, y por tiempo indefinido, nadie puede presumir ni por edad ni por conocimiento.

22. La psicología moderna, habiendo superado las corrientes de pensamiento de interpretación de la conducta en términos de estímulo-respuesta, aún tímidamente se atreve a diagnosticar trastornos de conducta.
23. Cuando al sujeto de atribución se le adjudican sentimientos encontrados y contradictorios, suele dictarse sentencia fácil: son rarezas.
24. Sin embargo, la vida es más compleja. Se halla entretejida de relaciones personales que, a su vez, implican más cosas que una. Y lo que en la matemática se opera como una función de variables, (f (x)=y), al aplicarse a la vida de cada uno termina siendo un subproducto de la vida de los demás. Nuestra vida (y) se halla en función de (x) relaciones humanas, sociales, culturales, religiosas y hasta en la toponimia del paisaje.
25. No en vano, no solo los genotipos sino también los fenotipos singularizan.

26. Desiderio siempre tuvo un concepto de la psicología como una disciplina que parecía preocuparse tan sólo de la censura de nuestra conducta, y no le faltaba razón. Y así, hoy, aparece en las pantallas de Televisión como un corrector de conciencias o un consolador de afligidos.
27. Sin ella y sus patrones de medida, el hombre se conduciría libre y espontáneamente en sus espacios y sus tiempos, mediante coordenadas que solo él puede fijar en el enfrentamiento con la realidad. Al fin y al cabo, no otra cosa es lo que nos enseña la vida de cada día y de cada cual.

28. En este sentido, D. Desiderio no fue nunca instigador de conciencias ni fiscal de culpabilidades. La culpabilidad le fue ajena en sus consejos.
29. De ahí que el confesionario fuera para él la verdadera filosofía de la vida cristiana, no lejos de aquella concepción medieval, (la filosofía al servicio de la teología).
30. Del mismo modo, la psicología era, para él, el bálsamo de la comprensión de cada situación humana, y la teología era el perdón.
31. Con estas tres disciplinas: la Filosofía, la Psicología y la Teología, entendidas de este modo, la administración de las conciencias quedaba a buen recaudo en el Sacramento de la Penitencia.


32. LA TRAVESÍA : ENTRE ESCILA Y CARIBDIS

33. Cuando uno se encuentra en medio de aguas borrascosas que agitan el mar, (como nos recuerda la Odisea de Homero en su regreso a casa, Ítaca, la casa de su hogar), y las Sirenas, con su bello canto, intentan distraer el rumbo de su navegación y zozobrar al dulce reclamo de la cítara y la flauta, Ulises, (D. Desiderio), impertérrito y atado al mástil del navío, logra burlar la irresistible música, y por entre las rocas de Escila y las profundidades abisales de Caribdis huye mar adentro buscando puerto donde amarrar el barco.
34. Es la vuelta al hogar. ¿Qué hogar? El primero, su querida Liébana, a donde regresó del Seminario para quedarse. El segundo, la muerte, para no volver.
35. Una dramática situación, cuyas cicatrices inexorables reclaman una justificación.
36. Si traigo a colación esta figura literaria de la tragedia homérica, no es sino porque describe mejor que cualquier otra la travesía de la conciencia de D. Desiderio en 82 años.
37. En medio de aguas embravecidas y agarrado al mástil de una férrea voluntad, no sucumbió al canto de ninguna sirena.
38. Ordenarse en el año 52 era aceptar el reto de una travesía entre el desgarro de una guerra civil, que había destrozado el país económico, social, cultural y religiosamente, y la restauración y conciliación de un entendimiento entre las clases enfrentadas.
39. Años duros de Seminario, años duros de posguerra en todos los rincones del territorio nacional.
40. Convertido en Cuartel, durante la contienda, el Seminario de S. Froilán de León, a cuya Diócesis perteneció Liébana, a excepción de unos pocos pueblos, que lo eran de Palencia, hubo de cerrarse, a medio curso, viéndose truncada la función normal de los estudios establecidos. De hecho, D. Desiderio tuvo que interrumpirlos, por espacio de un tiempo, en el que se retiró a Señas, (La Vega), para recobrarse de una afección pulmonar. Fue allí donde, al visitarle yo, con 15 años y él 24, se forjó nuestra amistad para siempre.

41. Sin embargo, él se reservó su intimidad en asuntos muy personales. Por ello, tal vez, el tesón con que emprendió sus estudios y el término con el que los concluyó, expliquen en buena medida la idiosincrasia que le caracterizaba.
42. Me refiero al tesón con que acogía la norma y a la liberalidad con que podía conculcarla sin violentarla.
43. Su propia concepción de la vida cristiana suplantaba con creces a la teológica y la filosófica. La Teología dormía el sueño de los justos, y la Filosofía era alanceada en cada justa que había que sostener en los caminos escabrosos de las conciencias, (el Sancho del Quijote).
44. Y de esto, sin embargo, nunca hablamos en nuestras tertulias y paseos solitarios. Este tema quedaba a salvo en su intimidad. ¿Por qué? Tal vez porque prefería no entorpecer su vida sencilla con la complejidad de temas abstrusos y quijotescos que no llevaban sino a diversidad de criterios y a muy pocas o escasas soluciones.

45. El Sacramento de la Eucaristía y de la Penitencia debió de formar tempranamente el núcleo medular de su visión del Mundo.

46. El Código de Derecho Canónico establecía que un sacerdote no podía celebrar más de tres misas los días festivos y solo una los demás. Él decía catorce, si hacía falta. Esta normativa venía implantada desde el Concilio de Trento, del S. XVI. Todo esto, sin embargo, era papel mojado para él, y si alguien se percataba de esa anomalía, miraba para otro lado, ya fuera el Obispo o cualquier cura párroco que se aprovechaba de su disponibilidad. De hecho, fue cura de toda Liébana y parte de Peñarrubia, a donde yo mismo le llevé a algún entierro por ausencia del encargado.



47. EL CONCILIO VATICANO II


48. El Concilio Vaticano II (1962-65), además de una puesta al día en el aspecto doctrinal, aportó nuevas reglas de juego y transmutó conciencias y voluntades en el mundo entero, incluido el no católico.
49. El aire de libertad individual se mascaba en el ambiente y terminó por contagiar al colectivo, aunque la inversa también es posible, puesto que un espíritu de independencia, hasta de las naciones bajo régimen colonial, se extendió de modo irreversible a todos los campos de la cultura, la política y la religión.
50. La Teología se diversificó en las más insospechadas especialidades, y la Filosofía dejó de estar al servicio de la Teología, como en la Edad Media.
51. Sólo a título de muestra nombro algunas teologías y movimientos
52. a fin de ver el diseño con que estaban concebidas y la frontera ideológica que venía marcada desde tiempo atrás por los grandes sistemas teológicos de mitad de siglo, desde K. Rahner en el catolicismo, y K. Barth, Bultman y Tillich en el protestantismo y cuya configuración fue así:

53. Teología política, Teología de la liberación, Teología antropológica, Teología de los cristianismos &, hasta Teología analítica (al hilo del desafío empirista filosófico del Circulo de Viena, en los años veinte del siglo pasado).
54. De aquí se derivaban también los diversos movimientos catecumenales, nuevos catecismos (cf. el holandés), nueva liturgia, un enjambre de siglas, como JOC, HOAC &, que pretendían poner en vanguardia las conciencias más conspícuas al servicio de la Pastoral.
55. D. Desiderio vio todo esto como el sol de un día. Sin afectar para nada el rumbo pastoral que él se había trazado.

56. A Juan XXIII, impulsor del Concilio Vaticano II, le sucedió Pablo VI.
57. Durante sus Pontificados el mundo enardeció y quedó prendido al carro del cambio doctrinal, litúrgico y el modo de vestir. El latín desapareció de los Misales y Rituales. El intercambio con el clero exterior y los viajes contribuyeron a visionar un mundo más amplio. En Francia, por Ej., se vestía traje normal, incluso sin klerman, con una minúscula cruz prendida en la solapa.
58. Las costumbres se globalizaron, y por todas partes cristalizó un nuevo modo de pensar cultural y religiosamente.
59. Parecía vislumbrarse en el horizonte que la jerarquía eclesiástica decidía salir de la sacristía y confrontar su autosuficiencia teológica con las especulaciones antropológicas y filosóficas del momento.
60. Se estaba esperando, como agua de mayo, un cambio más profundo en las estructuras de la Iglesia que, sin embargo, nunca llegó.

61. A la Mater et Magistra y la Pacem in Terris, de Juan XXIII, sucedió la Populorum Progresio, de Pablo VI, en la línea de la “necesidad de promover el desarrollo de los pueblos”.
62. La actividad pastoral quedó polarizada en la “cuestión social”. Emergió el cura obrero y la teología de la liberación.
63. Juan Pablo II quiso poner orden a uno y otro extremo de ambos continentes en alguno de los problemas suscitados al respecto.
64. Pero el “cisma silencioso”, como llegó a llamársele, se cernía en el centro de Europa y dentro de la misma institución eclesial. Crujió, por algún momento, el temor de una escisión, no cruenta, pero similar a la Reforma protestante del siglo XVI.
65. Alemania, Austria, Suiza, Bélgica, Holanda, Francia e Inglaterra fueron pioneras de una auténtica revolución de ideas y plataformas eclesiales.
66. De ellas surgen los mejores teólogos:
67. Kart Rahner, Hans Küng, J. B. Metz, Norbert Greinacher o Eugen Drewerman son algunos de los más destacados.
68. La investigación teológica conmovió frontalmente los cimientos del dogmatismo, autoritarismo y centralismo del Vaticano.
69. En 1989, (año también de la caída del Muro de Berlín) salió a la luz pública un manifiesto, llamado “Declaración de Colonia”, en el que unos doscientos teólogos de primera línea denunciaban la tendencia del Papa, Juan Pablo II, a ejercer de manera abusiva su autoridad eclesial en materias concernientes a las conciencias individuales, como la materia sexual: uso del preservativo o la píldora anticonceptiva o la homosexualidad, además de otras intromisiones en materias de libre investigación histórica e interpretación de la Tradición.
70. El entonces cardenal Ratzinger, como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, (hoy Benedicto XVI), salió al paso de la llamada por él “rebelión de los teólogos”, condenando a algunos de ellos al ostracismo más inhumano, como la destitución del obispo de Evreux, en Francia, Jacques Galliot, o la expulsión de E. Drewerman de su cátedra de Teología por la publicación del libro “Clérigos. Psicodrama de un ideal”, cuya lectura, de casi 800 páginas, me conmovió hace unos años, (traducido al español en Editorial Trotta).
71. Media Europa se sintió escandalizada por la aparición de este libro. En él se hace una profunda crítica a la “Iglesia”, (Institución), como no se había hecho nunca, eso sí, desde un punto de vista psicoanalítico. El subtítulo “psicodrama de un ideal” da buena cuenta del problema fondeado. En buena medida se libran allí, dentro de las conciencias, batallas dramáticas, como si de una tragedia griega se tratara. Parece como si se reprodujera y reavivara (como diría Fco. Rodríguez Adrados) todo un revivals de la cultura griega de Eurípides, Sófocles o Esquilo.
72. Por una parte, se analizan las estructuras de la Iglesia como una composición autoritaria y rígida que se arroga el derecho en exclusiva de administrar la fe depositada en ella y proclamar el “dictum veritatis” “fuera de la iglesia no hay salvación”. Y por la otra, no menos alucinante, se analizan las estructuras psíquicas del grupo de personas que se dicen representar a la “Iglesia de Cristo” proclamándose funcionarios y monopolizadores de la religión, o lo que entienden por ello, con exclusión de todos los demás. Más tarde proliferaron libros como “Teología del laicado” con un claro perfil de una nueva perspectiva religiosa.
73. El diagnóstico resultante, que extiende el autor a la misma naturaleza humana y a los “humanismos reinantes” dentro del actual sistema social y político, es impresionante. Las ciencias neurológicas tendrán que agudizar su ingenio en materia religiosa a fin de despejar tanta conciencia confusa y golpeada por la estricta norma canónico- jurídico-religiosa.

74. A todo esto ha de añadirse que también se esperaba de los Seminarios diocesanos, constreñidos ayer a su demarcación geográfica, que hubieran desaparecido como tales por completo y convertido en una especie de Colegios Mayores preuniversitarios y dar el salto a una Licenciatura civil, condición (sine qua non) para ser ordenados, previa contrastación antropológica de estudios teológicos en profundidad.
75. Sin embargo, no fue así y nunca estuvieron peor sus candidatos que hoy en cuanto a nivel cultural y social. Eso sí, sabrán informática, pero eso también lo hicieron los de la LOGSE, y no sirvió sino para ecualizar la estandardización y la superficialidad.
76. La inmadurez es acusada tanto en sus ademanes sociales y pastorales, como en su espíritu y religiosidad.

77. La calidad de su profesorado también ha estado en baja, y las consignas que se transmiten son siempre las mismas, traduciéndose ineludiblemente en normativas eclesiales por las que se han regido sus conductas en el internado, y después en la sociedad. Adolecen de la más elemental integración social y una visión del mundo miope y superficial.
78. Es como si hubieran sido diseñados y enseñados tan sólo para presidir entierros y misas dominicales, sin más dubitaciones ni inquietudes intelectuales que requiriesen un esfuerzo personal o imaginario, (siempre individual), al que pudiera confiársele la espera desesperada de una verdadera esperanza de renovación de una Iglesia al día. Ese salto aún no se ha dado, y nunca se dará desde arriba. Tendrá que venir impelida desde abajo, desde el “Vox populi”, como ha sucedido con las revoluciones y contrarrevoluciones políticas y los alcances democráticos, la destrucción de las tiranías, las alianzas y los consensos.
79. De hecho todos los Concilios, desde el de Nicea en el año 325 hasta el Vaticano II en el año 1962-65, si bien, convocados por la autoridad civil o eclesiástica fueron instados desde las bases o Comunidades, tal como se infiere de las ACTAS DE LOS CONCILIOS.

80. La vida de D. Desiderio transcurrió, sin embargo, al margen de estos acontecimientos, sin detenernos a reparar cómo los vivió por dentro. Solo él pudo saberlo, y, en su interior, asimilarlo; pero lo cierto es que a mí me dijo en una ocasión que le inquietaba tanto cambio normativo (supongo que estaba señalando primordialmente a las normas litúrgicas, aunque yo intuía que, también a las teológicas) y, para él, todo esto desencajaba las conciencias más primitivas y sencillas.
81. Era lógico que pensara así, dado el esquema mental y doctrinal por el que él se conducía, cosechando tan buenos resultados y, a la postre, la comprensión de la gente con él.
82. En medio de este colapso de corrientes de pensamiento, que se libraban dentro de la misma Iglesia y que en gran medida llegaron a perturbar su espíritu, llegó la publicación del “ Catecismo de la Iglesia católica”, en el que D. Desiderio halló reposo intelectual.
83. De hecho fue ya la única fuente de predicación sin pararse a analizar lo que otros pudieran comentar al respecto. No quiso saberlo. Ni volvió a leer más sobre cuestiones religiosas ni teología. Yo seguí de cerca sus preocupaciones, y lo cierto es que desde entonces desvió su atención hacia temas más banales, como la entrada de los romanos en Liébana.
84. Sin embargo, muchos teólogos de solvencia salieron al paso de aquel conjunto de afirmaciones del “catecismo” sostenidas como “Depósito único de la fe “, excluyendo cualquier otra que cuestionara ya dogmática, ya moralmente puntos considerados indiscutibles en la interpretación del evangelio. Tales como la pena de muerte, el divorcio, la homosexualidad, el diablo, el purgatorio, la eutanasia, la guerra, el suicidio, la prostitución &.


85. LA SECULARIZACIÓN

86. Las “secularizaciones” en los cinco Continentes e Islas adyacentes, causó pavor en los aledaños vaticanistas. En las décadas de los años sesenta y setenta se calcularon por miles tanto del clero secular como regular o religioso de ambos sexos (hay múltiples textos que lo recogen).
87. Para D. Desiderio fue como el viento que mueve un junco, como diría Blas Pascal. Pero no por ello, dejó de impactarle, ya que en Liébana se habían conocido recientemente hasta 35 curas y decenas de chicas en monasterios.
88. La preservación de la sotana en él fue como la columna vertebral que mantenía inhiesta su figura. Un hombre como él, que había estado multitud de veces en Méjico vistiendo de civil, pudo perfectamente haber transformado el traje talar por el de calle.
89. Pero, no, prefirió mantenerse impertérrito en su stablihsman y a gusto consigo mismo, aunque ese traje talar fuese en múltiples ocasiones un verdadero obstáculo para caminar, ir en moto o pasear.
90. No importaba; él vivió así, y además enalteció su autoridad y prestigio, y evitó interpretaciones desviadas con que pudieron haberle juzgado torpes ojos que miran enturbiados desde la cuna cualquier cosa que tocan.

José Luis Gómez Fernández

FILOSOFÍA , CIENCIA, RELIGIÓN

FILOSOFÍA, CIENCIA, RELIGIÓN

José Luis Gómez Fernández


Vamos a imaginarnos a estas tres damas, la Filosofía , la Ciencia y la Religión , en el escenario de un teatro dispuestas a presentarse con sus nombres y apellidos, y tal como se conciben a sí mismas, hablando a cara descubierta, sin máscara (pues, como todo el mundo sabe, en el teatro se empezó por hablar con máscara; máscara es una careta, diríamos, a través de la cual se emitía la voz, y significa per-sonare, en latín, es decir, sonar a través de …, derivándose de ahí la palabra “persona”).
¡Que curiosa la etimología y transformación de las palabras a lo largo de la historia del lenguaje humano!
Y hablando de máscaras y de teatro, no me parece que desentonaría traer a colación, aquí y ahora, a este respecto, la obra tan emblemática del “Gran Teatro del mundo” de Calderón de la Barca o, por citar otra obra más cercana a nosotros, “El Teatro del mundo” de Pedro Laín Entralgo, donde el autor, como espectador del mundo que tiene delante, observa el comportamiento que a su alrededor hilvana las conductas sociales, culturales y religiosas creando la urdimbre de lo que llamamos la “sociedad” de un pueblo.
Ante diferentes situaciones, unos, movidos por impulsos sentimentales e interesados emiten voces con las que pretenden convencer sin más alegatos de fuerza; otros, mostrando caras de personajes de poco fiar, irrumpen en la vida de los demás creando dolor y quebrando la convivencia; otros, enfin, viven la espera y la esperanza de algo indefinible, pero ninguno se queda sin representar un papel en el teatro de la vida.
Es como si el retrato del hombre tuviera que salir a flote en el desempeño de un papel ficticio unas veces, dramático, otras, pero, humano, realmente humano, siempre, por donde, querámoslo o no, asoma nuestra verdadera personalidad ante los demás, nuestro auténtico “yo”. En una palabra, nos retratamos siempre con lo que somos y con lo que disimulamos.

También las podríamos concebir a estas tres Damas ( la Filosofía , la Ciencia y la Religión ) como damas de la nobleza en una pista de baile marcándose un rigodón.
Digo esto porque, al igual que esa danza, la Filosofía toma a su pareja, la Ciencia , y la deja; y lo mismo hace con la Religión : se hace las grandes preguntas quiénes somos, por qué estamos aquí y adónde vamos, y se alejan una de otra; la Ciencia alardea de dejar a la Filosofía y sin embargo hace filosofía en la teoría de la ciencia, por ejemplo cuando afirma que en el Universo todo es energía, o cuando dice todos somos genética, o química, o pertenecemos a un sistema gravitatorio newtoniano con referencia al Absoluto.
La pareja que forman la Filosofía y la Religión creen emparentar con las grandes preguntas sobre el Ser, la Nada , el Cosmos, el Universo, o qué sentido tiene todo, de dónde venimos y a dónde vamos. Pero pronto se separan y recorren caminos diversos.
La Filosofía asegura haber nacido en Grecia, tener 25 siglos y ser la madre de las ciencias y de la religión.
Pero la Ciencia dice que es anterior a la Filosofía y aporta la prueba histórica de que en el frontispicio de la Academia de Platón reza una grabación que dice literalmente: “no entre aquí nadie sin saber Geometría”.
La Religión , por su parte, alardea de rondar los 150.000 años de existencia, en la época del hombre primitivo, en evolución y modificación del entorno, es decir, de ese su mundo. El hombre de las Cavernas dibujó sus primeros encuentros religiosos.
“El mundo entorno de las diversas especies animales está, a medida que ascendemos en la escala zoológica hasta el homo sapiens, cada vez más afectado por las acciones y operaciones de los animales que lo organizan; el mundo entorno es, de modo progresivo, un mundo «cultural». ¿Qué es la ciencia”, 1995.
Con lo que, para empezar, hay un completo desacuerdo entre ellas, al menos en cuanto a la fecha de nacimiento.
Tanto la filosofía como la ciencia y la religión son formas culturales en evolución y transformación incesantes.
La filosofía comienza por una “Idea”, tal vez prendida por cosmogonías o mitologías primitivas para llegar a constituirse plenamente en un mundo de nivel histórico de las ciudades-estado donde ya puede tener lugar la Academia de Platón.
La ciencia comenzó por una actividad tecnológica, de práctica laboral para resolver problemas de hostilidad con aquel mundo entorno del que hablamos más arriba, y se constituye como tal en el siglo XVII con Kepler, Galileo o Newton en un mundo propicio a fundamentar sus principios.
La religión requiere desde sus fundamentos originales preguntarse con qué o con quién empezó el hombre a religar, porque el término mismo (re-ligión) conduce a una pregunta filosófica. ¿Es lo mismo el dios de los filósofos (Aristóteles, Descartes, Espinosa, por ejemplo) que el dios de los yanomamos?
Las tres religiones más influyentes en el mundo de hoy: la judía, la cristiana y la musulmana, ¿son conciliables por el simple hecho de entronizar a un Dios llamado Jehová, Jesús o Alá? o, más bien, se persiguen en guerras de religión y asesinatos como recientemente está sucediendo en Nigeria? ¿Qué nos dice esto? ¿No se trata, acaso, de un problema filosófico sobre la religión? ¿Qué busca el hombre religioso con su religión?: ¿implorar, rogar, rezar, suplicar? o conocer, entender y comprender? ¿No pretenden todas exhibir la VERDAD ?
Y si hablamos del budismo o del jainismo, sin dios?
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viernes, 20 de enero de 2012

FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN

FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN

José Luis Gómez Fernández

Enseñar y educar son dos conceptos asociados pero discernibles. Veámoslo simplificando sus contenidos y desplegando sus significados.
El aprendizaje de conocimientos forma parte, sin duda, del acervo cultural, eso lo sabe todo el mundo, pero, lo que tal vez no sepa es para qué sirva tal acumulación de saberes.
El hombre a lo largo y ancho de la historia ha necesitado enfrentarse a problemas de carácter técnico para resolver el enfrentamiento con la naturaleza que le era hostil y suavizar la vida diaria mediante los alimentos más fáciles de obtener y conservar.
Ahora bien, vivir, convivir y sobrevivir no siempre fue tarea fácil. Si de las técnicas se sirvió el hombre más primitivo para alargar su brazo y romper la piedra y pulimentarla, tuvo, más tarde, que recurrir a las armas y a las letras para asegurar la tierra y la convivencia en ella.
Las coordenadas de las culturas y las civilizaciones se han movido siempre entre los parámetros de la guerra y la paz, y se tomó del Derecho Romano aquella célebre frase: si quieres la paz, prepara la guerra (dicho en latín: si vis pacem, para bellum).
Y cuando afirmo esto con todas las letras estoy moviéndome en el parámetro del aprendizaje de las ciencias y de las letras, incluidas las artes y las religiones, por donde empecé desplegando el concepto de enseñar.
Y si echo un breve vistazo a la historia de la filosofía me encuentro de bruces con autores que avalan mi aserto, tales como Platón, Aristóteles, Tucídides, Cicerón, Locke, Rousseau, Stuart- Mills, Tocqueville o Hanna Arendt.

La Filosofía como reflexión que es, ha de reflejarse sobre estas cuestiones de la vida, que es lo que llamamos la “realidad de las cosas”, de lo contrario no hay filosofía (habría “ensimismamiento”, esto es “mirarse el ombligo a sí misma”).
Y aquí es donde aspira la Filosofía a ser “maestra de la vida” (Magistra vitae, de los clásicos)
Si enseñar como concepto desplegable en ciencias y letras aparecía en el panorama del acervo cultural, ahora educar, entre las coordenadas filosóficas, es aspirar a dirigir la formación de ciudadanos libres y liberados, con la firmeza ética de permanecer en el ser, como diría nuestro Espinosa en su Ética more geometrico demostrata (la ética demostrada de modo geométrico)
La educación, del latín e-ducere, no debería consistir más que en sacar, sin violentar, fuera de tu mismo pozo lo que eres por dentro, tus propias maravillas y propiedades que todavía te permanecen ocultas.
Y como yo mismo escribí una vez: ¡cuántos hombres habrán enterrado sus talentos entre estiércol o en puestos para los que no nacieron, y cuántos otros malversaron los que no tuvieron en detrimento de los que los tuvieron.
Y si, como decíamos antes, la enseñanza como concepto asociado a la educación se distingue, sin embargo, de ella, es porque la enseñanza era “aprender”, y la educación era “aprender a aprender”. Y aquí es donde tiene lugar la autonomía personal, la vocación, la firmeza, el emprendimiento y la investigación en medio de rutas nuevas al afrontar la diversidad y las encrucijadas con las que indefectiblemente ha de encontrarse en la vida sin solución de continuidad. Es aprender a encontrarse bien en tierra extraña porque el primero con quien se encuentra es él mismo.
Tanto en la enseñanza como en la educación no se puede bajar la guardia. Pues uno nunca termina de informarse ni de formarse.
Y este es el tesoro más preciado y excelente con el que puede el ser humano ennoblecerse.

sábado, 14 de enero de 2012

POLÍTICA DE LA EDUCACIÓN Y LA ENSEÑANZA

POLÍTICA DE LA EDUCACIÓN Y DE LA ENSEÑANZA

(Educación para la Ciudadanía)


José Luis Gómez Fernández



Cuando los ciudadanos no educan a sus políticos, los políticos terminan por educar a sus ciudadanos.
Aunque la ironía se entiende por sí sola, no deja de ser pertinente como justificación de este escrito que podríamos dividir en dos partes:
a) la ocurrencia de diseñar un proyecto de unificación educativa desde Europa, como si Europa fuera una unidad política, y como si cupiera esculpir en un diseño único una tal estrategia.
b) qué se entiende por educación, y qué se entiende por adiestramiento. Y finalmente, qué papel juega la enseñanza en este triángulo de términos.

a) La idea viene de la Comunidad Europea

La Unión Europea, (UE) a través de la Conferencia Permanente de Ministros de Educación Europeos, se sacó de la manga un proyecto nada menos que para educar a sus ciudadanos europeos (se supone) con el fin de unificar pensamientos, sentimientos, afectos y conductas desde la más tierna juventud, presentando un marco general dentro del cual puedan expresarse las diversas culturales y políticas de cada miembro integrante de la Comunidad Europea.
No en vano, el año 2005 fue considerado como Año Europeo de la Ciudadanía mediante la Educación. Y en marzo de ese mismo año, un Comité Español, constituido a tal efecto, decreta medidas (del 4 de enero de 2007) destinadas a encauzar dicha disciplina y materializar su programa. Su objetivo, se dice, es “labrar ciudadanos democráticos, libres, dialogantes y armónicos”
Pues bien, el propósito de UE es la creación de un Mercado lo más amplio posible, (hoy con 27 miembros) con moneda única y flujo continuo, sin fronteras y con desaparición de las fluctuaciones de valoración de la moneda. Dentro de este marco, se concibe al ciudadano como un consumidor consagrado al becerro de oro del Mercado, sin perjuicio de que el oro del becerro se acumule en manos de quienes lo esculpieron.
Esta disciplina está configurada en dos fases. A), Educación para la ciudadanía y los Derechos humanos y B), Educación ético-cívica. La primera se programa en cinco bloques y la segunda en seis. Aquéllos y éstos se proyectan como canalizaciones para programar destrezas, habilidades, relaciones interpersonales solidarias, con deberes y derechos en medio de las diversidades culturales y sociales de cada país miembro y mediante la idea de aparecer como pertenecientes a un mismo mundo global y globalizado, pase lo que pase.
1- Mención especial de la Educación ético-cívica (de cuarto curso de la ESO), es la exaltación de la igualdad de hombres y mujeres con su implicación afectivo-emocional, donde puede caber de todo, hasta extorsionar el lenguaje y pronunciar miembros y miembras, vascos y vascas, amén de otros muchos disparates.
2- La UE, ante todo, trata de implantarse como Mercado Europeo con 400 millones de consumidores y en competencia con Estados Unidos. Hasta aquí el proyecto venido de afuera y adaptado desde dentro con el Gobierno anterior.

b) Educación, Adiestramiento, Enseñanza
Ahora bien, si nos detenemos a pensar que educar a un individuo no es resolverle sus problemas sino enseñarle a localizarlos y despejarlos en sus propias conciencias, que empiezan a apuntar en todos los entresijos de sus pequeñas vidas, entonces aquello con lo que debe quedarse al final del ciclo es precisamente haber aprendido a pescar el pez, no a comerlo pescado por otros.
En ello interviene la maduración de la mente, que se despeja no sólo con el conocimiento de lo aprendido sino con la voluntad de decidirse a roturar caminos nuevos y a asumir lo mismo los aciertos que los errores y sus consecuencias. Es el caldo de cultivo de la floración de los valores humanos y el aprecio por los más altos en una escala de excelencia en su ascenso y de indecencia en su descenso, pues como dice el clásico “nada humano me es ajeno”.
Los llamados Derechos Humanos quedarán siempre implicados con Deberes Humanos, y unos y otros imbricados con valores de estima y aprecio en esa escala.
Y habría que añadir una particularidad esencial al tratar esta cuestión, y es aquella a la que apenas se presta atención al meterla en el mismo saco como si todos fuéramos iguales por el hecho de haber nacido desiguales.
Es ésta: una persona alberga dos personalidades, por decirlo en términos sociológicos, a saber, la propia de su carácter y su idiosincrasia, y la que adquiere en grupo, sea éste un grupo político, cultural o religioso (en éste se siente más gallito por estar respaldado por otros, y si vienen mal dadas, me cubren. Esto lo advertimos hasta en las bandas juveniles).
Y viene bien traerlo a colación en la Educación porque como individuo uno es una cosa (valga la expresión) y como grupo es otra. En esta última, el muchacho, al formar grupo social con los compañeros que tiene a su alrededor, adquiere una nueva dimensión, que es la de mirar y ser mirado (tal vez ser comparado, estimado o desestimado), pero en todo caso no puede rehuir mirar con la mirada de los demás, con la mirada con que le miran. Nota importantísima en psicología para solventar la autoestima en la sociedad y en la profesión laboral.
En consecuencia, se educa a las personas y se adiestra a los animales. Pero no es menos cierto que el conocimiento o aprendizaje (personajes ilustres) no garantiza su educación.