sábado, 14 de noviembre de 2009

LA LOGSE

En los años noventa se decía en un periódico, a grandes titulares: La LOGSE " permite toda clase de arbitrariedades al Gobierno de turno", y un subtítulo: Profesores de Bachillerato temen una enseñanza sin contenidos.. Esta denuncia, que partió en un principio de un Clustro del Instituto de López de Vega, se extendió por otros muchos, entre los que, no solamente me encontraba yo, sino que me "encontraron" y fueron a por mí. Hay rabillos del ojo que, que como te los pongan encima, vas listo. Y sucedió lo pronosticable: Como implanté desde un principio Simploké como texto a mis 120 alumnos, distribuidos en diversos cursos, durante varios años, y ello era un atrevimiento sin precedentes en aquella época del Sr. Castro Viejo, (pues, recuérdese que El País, en una nota en la Sección de cultura, del domingo día 13 de marzo,, de 1988, afirmaba que el Ministerio de E. no autorizaba el libro de Filosofía Simploké aludiendo razones de orden pedagógico, como excesivamente denso y teórico, inalcanzable para la mayoría de los alumnos &c con otras lindezas semejantes). Bueno, pues al final, Tola en su famoso programa de TV. y con G. Bueno presente, le comunicó que el libro acababa de ser aprobado. Pero, se vió que los pocos que lo adoptamos fuimos vigilados estrechamente y clasificados como "prosoviéticos", como así de hecho fue clasificado el libro entre los "sociatas" más progres. Felipe Glez. no hacía mucho había apostatado del marxismo como uno de sus progresismos más al uso entre sus adeptos. La social-democracia más abstrusa se apoderó del partido. Pero había que disimularlo. Bueno, el caso es que yo pensé lo siguiente: La mejor manera de que conozcan a G- Bueno es traerlo aquí y hablar a mis propios alumnos, viva voce, y que ellos puedan conocerlo y hacerle preguntas &c, además del grueso del profesorado del Rey Pastor, que esperaba ingénuamente que les gustaría asistir. Pues, en buena me metí. Me conminaron al Consejo Escolar, ( que es una amierda, eso sí, empapelada, como seguirá siendolo hoy) y me hubieran formado "expediente" de no haber sabido defenderme a tiempo. Pero, el caso fue que, después de haber cerrado en principio gastos de desplazamiento &c en el propio Instituto Rey Pastor, La Edt. Trilce tuvo que cargar con todo, denegándonos el permiso, y teniéndo que desplazarnos al Ortega y Gasset, en el Manzanares. Y por si esto fuera poco, me marché y fuí a otro peor, el S. Juan Bautista, donde el mangoneo feminista no tuvo precio, y ya claramente el Inspector ( que alardeaba no conocer la Filosofía) me ojerizó como peligroso, y se decantó, frente a mí ,en favor del psicólogo, cuya labor de confesionario alabó sin paliativos, mientras que mis cuatro cursos de COU y Selectividad, año tras año, le trajeron al pairo. Con lo que, poco a poco terminaron con mi paciencia y me prejubilé. Hoy, debe ser tan irrespirable el ambiente tanto allí como en la Facultad, (véase caso Albiac), que me siento feliz aprendiendo Filosofía de verdad desde mi casa.

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