sábado, 28 de enero de 2012

FILOSOFÍA , CIENCIA, RELIGIÓN

FILOSOFÍA, CIENCIA, RELIGIÓN

José Luis Gómez Fernández


Vamos a imaginarnos a estas tres damas, la Filosofía , la Ciencia y la Religión , en el escenario de un teatro dispuestas a presentarse con sus nombres y apellidos, y tal como se conciben a sí mismas, hablando a cara descubierta, sin máscara (pues, como todo el mundo sabe, en el teatro se empezó por hablar con máscara; máscara es una careta, diríamos, a través de la cual se emitía la voz, y significa per-sonare, en latín, es decir, sonar a través de …, derivándose de ahí la palabra “persona”).
¡Que curiosa la etimología y transformación de las palabras a lo largo de la historia del lenguaje humano!
Y hablando de máscaras y de teatro, no me parece que desentonaría traer a colación, aquí y ahora, a este respecto, la obra tan emblemática del “Gran Teatro del mundo” de Calderón de la Barca o, por citar otra obra más cercana a nosotros, “El Teatro del mundo” de Pedro Laín Entralgo, donde el autor, como espectador del mundo que tiene delante, observa el comportamiento que a su alrededor hilvana las conductas sociales, culturales y religiosas creando la urdimbre de lo que llamamos la “sociedad” de un pueblo.
Ante diferentes situaciones, unos, movidos por impulsos sentimentales e interesados emiten voces con las que pretenden convencer sin más alegatos de fuerza; otros, mostrando caras de personajes de poco fiar, irrumpen en la vida de los demás creando dolor y quebrando la convivencia; otros, enfin, viven la espera y la esperanza de algo indefinible, pero ninguno se queda sin representar un papel en el teatro de la vida.
Es como si el retrato del hombre tuviera que salir a flote en el desempeño de un papel ficticio unas veces, dramático, otras, pero, humano, realmente humano, siempre, por donde, querámoslo o no, asoma nuestra verdadera personalidad ante los demás, nuestro auténtico “yo”. En una palabra, nos retratamos siempre con lo que somos y con lo que disimulamos.

También las podríamos concebir a estas tres Damas ( la Filosofía , la Ciencia y la Religión ) como damas de la nobleza en una pista de baile marcándose un rigodón.
Digo esto porque, al igual que esa danza, la Filosofía toma a su pareja, la Ciencia , y la deja; y lo mismo hace con la Religión : se hace las grandes preguntas quiénes somos, por qué estamos aquí y adónde vamos, y se alejan una de otra; la Ciencia alardea de dejar a la Filosofía y sin embargo hace filosofía en la teoría de la ciencia, por ejemplo cuando afirma que en el Universo todo es energía, o cuando dice todos somos genética, o química, o pertenecemos a un sistema gravitatorio newtoniano con referencia al Absoluto.
La pareja que forman la Filosofía y la Religión creen emparentar con las grandes preguntas sobre el Ser, la Nada , el Cosmos, el Universo, o qué sentido tiene todo, de dónde venimos y a dónde vamos. Pero pronto se separan y recorren caminos diversos.
La Filosofía asegura haber nacido en Grecia, tener 25 siglos y ser la madre de las ciencias y de la religión.
Pero la Ciencia dice que es anterior a la Filosofía y aporta la prueba histórica de que en el frontispicio de la Academia de Platón reza una grabación que dice literalmente: “no entre aquí nadie sin saber Geometría”.
La Religión , por su parte, alardea de rondar los 150.000 años de existencia, en la época del hombre primitivo, en evolución y modificación del entorno, es decir, de ese su mundo. El hombre de las Cavernas dibujó sus primeros encuentros religiosos.
“El mundo entorno de las diversas especies animales está, a medida que ascendemos en la escala zoológica hasta el homo sapiens, cada vez más afectado por las acciones y operaciones de los animales que lo organizan; el mundo entorno es, de modo progresivo, un mundo «cultural». ¿Qué es la ciencia”, 1995.
Con lo que, para empezar, hay un completo desacuerdo entre ellas, al menos en cuanto a la fecha de nacimiento.
Tanto la filosofía como la ciencia y la religión son formas culturales en evolución y transformación incesantes.
La filosofía comienza por una “Idea”, tal vez prendida por cosmogonías o mitologías primitivas para llegar a constituirse plenamente en un mundo de nivel histórico de las ciudades-estado donde ya puede tener lugar la Academia de Platón.
La ciencia comenzó por una actividad tecnológica, de práctica laboral para resolver problemas de hostilidad con aquel mundo entorno del que hablamos más arriba, y se constituye como tal en el siglo XVII con Kepler, Galileo o Newton en un mundo propicio a fundamentar sus principios.
La religión requiere desde sus fundamentos originales preguntarse con qué o con quién empezó el hombre a religar, porque el término mismo (re-ligión) conduce a una pregunta filosófica. ¿Es lo mismo el dios de los filósofos (Aristóteles, Descartes, Espinosa, por ejemplo) que el dios de los yanomamos?
Las tres religiones más influyentes en el mundo de hoy: la judía, la cristiana y la musulmana, ¿son conciliables por el simple hecho de entronizar a un Dios llamado Jehová, Jesús o Alá? o, más bien, se persiguen en guerras de religión y asesinatos como recientemente está sucediendo en Nigeria? ¿Qué nos dice esto? ¿No se trata, acaso, de un problema filosófico sobre la religión? ¿Qué busca el hombre religioso con su religión?: ¿implorar, rogar, rezar, suplicar? o conocer, entender y comprender? ¿No pretenden todas exhibir la VERDAD ?
Y si hablamos del budismo o del jainismo, sin dios?
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